Un piso de estilo retro sesentero
- 105 m21 habitación2 baños
- Les Corts.Barcelona
Vintage del bueno
No me quiero ir, no me quiero ir, no me quiero ir, no me quiero ir, no me quiero ir, no me quiero ir de este lugar maravilloso que un señor de Barcelona, hace cuarenta años, se hizo diseñar para sí.
Mientas miro por la ventana unas vistas de Barcelona inéditas para mí, pienso en (el gran) Hugh Hefner, y en los números de septiembre y octubre de 1956 de la revista Playboy, edición U.S.A. Un hombre anhela unos aposentos propios. Más que un lugar para colgar su sombrero, un hombre sueña con su propio dominio, un lugar que sea exclusivamente suyo. Pienso también en Virginia Woolf... para escribir ficción una mujer debe tener dinero y una habitación propia. Pienso que una se suicidó ahogada lastrándose con piedras, mientras otro lleva treinta años en batín, rodeado de las amigas de sus nietas... La vida es verdaderamente insólita.
Aprovecho los minutos que me quedan antes de acabar la primera visita al piso y paseo despacio por la sala de estar, el pasillo lleno de armarios con zapatero oculto, el estudio con la silla de Marcel Breuer, el dormitorio para dos (los de siempre, o no). Ahora pienso en vosotros que no sabéis que esto existe, hombres y mujeres solteros, parejas sin hijos, expatriados, estudiantes de ESADE, jugadores de fútbol ilustrados que renunciáis a la ostentación ajardinada de la periferia, escritoras en busca de recogimiento y horizontes Baleares, yuppies de la Nueva Era, estrellas del POP de Lambretta, vinilos y mecheros Ronson.
En ti y en mí años atrás.