Alavida Barcelona, un proyecto donde reinan la belleza y el orden en casa

Tengo la firme creencia que la belleza y el orden tienen un impacto directo en cómo nos sentimos. Tras mucho tiempo ordenando, organizando y adaptándome a cada espacio donde viví, me di cuenta de que continuamente buscaba cambios en mi hogar y lo hacía porque realmente quien necesitaba un cambio era yo.

Empecé anotando en una libreta todos los sentimientos que tenía y acabé describiendo la vida que realmente quería. Todo empezaba por cuidar de mí y por vender mi piso para trasladarme a otro lugar. Ya tenía un propósito.

El piso llevaba ya mucho tiempo a la venta sin una sola visita y decidí cambiar su imagen. Sin saberlo, le hice un Home Staging y lo transformé en un espacio sereno de tonos neutros. ¡Eso precipitó la venta!

Finalmente, mi perro y yo nos mudamos a un lugar increíble con vistas al mar excepcionales y un acceso a una cala medio privada en la que pasamos muchísimos momentos.

El proceso de cambio ya estaba en marcha. Empezó por mi propia casa y se convirtió en una forma de vida. Ahora amo los cambios y ayudo a otras personas a conseguir el suyo a través de su hogar. Creo espacios con propósito, para vivir en ellos desde otra visión y emoción, para venderlos o para convertirlos en un negocio, partiendo siempre del momento vital de la persona, de su por qué y su para qué.

A veces, necesitamos un cambio en nuestra vida para coger fuerza y volver a empezar. A las viviendas les ocurre lo mismo, necesitan un cambio para salir al mercado desde otro lugar.

La belleza y el orden tienen un impacto directo en cómo nos sentimos. 

Me encanta el momento en el que me pongo a pensar en el cambio de un espacio, cuando hasta por la calle conecto con la inspiración que necesito y todo se relaciona con la vivienda. ¡El momento de inspiración me apasiona!

Pero al final lo que realmente me llena y es por lo que hago mi trabajo, es la persona o familia que hay detrás de cada hogar. Mi visión del Home Staging se divide en dos, en el propósito de la persona que vende y en las aspiraciones de la persona que compra.

El verano pasado hice un home staging en Barcelona a una familia que se trasladaba a Madrid y quería alquilar su casa. Fue un verdadero reto en el que se vació, despersonalizó y decoró una casa de tres plantas, jardín y piscina en un solo día. Hicimos un dos en uno, prácticamente lo dejamos todo preparado para la mudanza y la casa lista para las fotos.

La familia se involucró muchísimo, ¡hasta comimos pizza sentados en el sofá viendo la tele! Estaban conmigo hablando y riendo en todo momento... Fue agotador a la vez que genial, la verdad es que lo recuerdo con muchísimo cariño.

Me encanta el silencio… Me despisto con facilidad y lo cierto es que no puedo estar con dos cosas a la vez, porque no me concentro en ninguna. Mientras conduzco llevo música alta, canto y bailo pero cuando aparco, la quito por completo y me concentro.

Inspiración... me encanta esta palabra. Me puedo quedar horas mirando un espacio; miro una pared y pienso / siento su cambio, hago un render mental, esta es mi base de todo el proceso. También tengo cientos de imágenes guardadas y clasificadas a modo de inspiración que luego elijo y traslado a un moodboard para empezar con la selección.

No tengo un favorito, tengo dos favoritos siempre para todo… dos colores, dos libros… ¡No preguntes!

Me atrae el color rojo, pero el que siempre elijo y está presente en mi vida es el verde en un tono inglés suave.

En cuanto a libros, la cosa se complica. Me gustan dos estilos así que tengo dos de cada… Rescate en el tiempo y Los pilares de la tierra (novela); Cree en ti y Sé E.P.I.C.A (crecimiento y marca personal).

Twister y Flashdance son dos de mis películas favoritas, sin duda.

“Escapology”, de Robbie Williams es mi clásico y últimamente escucho en repeat el álbum de Melanie Wehbe “Bloom”.

Definitivamente sí, mi casa es mi reflejo, en casa somos dos y es una fusión de nuestros reflejos.

Casi siempre hay música, reímos mucho y hablamos largo y tendido. Nunca hay silencios incómodos. 

Vivimos en un piso en el centro de Barcelona de techos altos con vigas y grandes ventanales. Tenemos un rincón con plantas de distintos tamaños y una gran mesa de madera y patas de hierro hecha a mano, con solo dos butacas anchas y cómodas a modo de sillas. Hay un sofá en el centro del comedor que cada noche desplegamos y se convierte en un gran espacio donde cenar y ver películas.

Para mantener el orden y la limpieza, una vez a la semana nos ponemos a fondo y algo que siempre hacemos cuando acabamos, es pasar por todas las estancias haciendo sonar nuestro precioso cuenco tibetano.

Mi rincón favorito es un pequeño espacio donde lo que hay no es de grandes diseñadores ni marcas conocidas, sino dos muebles restaurados y una lámpara recuperada junto a un pequeño cuadro precioso lleno de significado.

Una terraza con piscina y salida directa a una cala de arena fina y agua tranquila.

¡Comida rica y mucha ilusión!

Me encanta preparar postres y dulces, aunque si soy sincera te diré que me vuelve loca la pasta al pesto única y especial que “hacemos” en casa.

Adoro pasar horas leyendo en invierno y tomando el sol en verano, en una cala muy chiquita y que muy pocas personas conocen de Sitges, en Barcelona.

También me encanta el Parque Nacional de Amboseli, en Kenia, con las montañas del Kilimanjaro de fondo y sus grandes manadas de elefantes.

Mi trabajo tiene dos patas completamente opuestas, pero que se basan en un mismo motivo: el momento vital de una persona, su cambio y su propósito.

Soy Home Stager y House Coach. Con el Home Staging, ayudo a despersonalizar hogares para venderlos o alquilarlos más rápido. Con el House Coaching, ayudo a personas a gestionar positivamente los cambios que han llegado a su vida, y lo hago a través de personalizar su hogar usando técnicas de life coaching.