BALBINA: arte slow y minimalista
Balbina, puedes encontrarla en Instagram aquí, es la creadora de BAL LAB, un laboratorio creativo en el que trabaja con sus propias manos conjugando sus 3 grandes pasiones: el arte, el diseño y la fotografía. Nació en Mallorca durante los 80, escuchando U2 y Red Hot Chili Peppers mientras iba a sus clases de dibujo semanales con Teresa Matas. La influencia de sus padres -su padre trabajaba en la carpintería familiar y su madre hacía piezas de cerámica y objetos reciclados en casa- la ayudaron a apreciar y valorar el trabajo manual desde bien pequeña.
Háblanos de ti y de tu trabajo. ¿Dónde nació tu vocación? ¿Algún primer recuerdo?
Desde muy pequeña me interesó expresarme con las manos. Al principio, en primaria, me chiflaba moldear con plastilina y también me encantaba dibujar en cualquier rincón. Más adelante, en la adolescencia, mi creciente interés por el arte hizo que mis padres me apuntasen a clases de pintura y muy pronto supe que lo que quería era estudiar Bellas Artes en Barcelona, sin ningún tipo de duda.
Después de licenciarme y seguir especializándome en audiovisuales, estuve muchos años dedicándome a la fotografía y el diseño gráfico. Como aprendí a diseñar webs y me encanta el interiorismo, también co-fundé una empresa de venta de muebles online, introduciéndome más en el terreno del marketing digital. Pero poco a poco fui dándome cuenta que todo mi trabajo circulaba alrededor de un ordenador y había dejado de ser creativo. Viajaba y escogía muebles y diseños para la tienda, pero no los creaba yo. Además, ya no utilizaba las manos para hacer nada artístico y tenía muchas ganas de hacerlo después de tanto tiempo, así que decidí cerrar la empresa de muebles y un día, sin buscarlo, observé en casa de mi madre el viejo torno que tenía en su taller (y que de hecho, es el mismo que sigo utilizando a día de hoy) y me acerqué para probarlo por primera vez y sentí algo por dentro que me dijo que a eso era a lo que me quería dedicar a partir de ese instante. En ese momento me puse a investigar en libros, vídeos de internet, ceramistas que empecé a conocer en la isla o a través de Instagram, etc... y así empecé mi camino hacia el auto-aprendizaje de la cerámica.
¿Qué es lo que más te satisface de tu trabajo? ¿Alguno del que te sientas especialmente orgulloso?
Me gusta mucho la plasticidad del material. Lo que quiero decir es que crear con barro para mí es algo más que una hoja en blanco, puedes sentirlo entre tus manos y, si quieres, dejarte llevar por su textura para moldear algo. Además, los procesos que suceden cuando empiezas a subir una pieza al torno me ayudan de un modo que diría es casi meditativo.
Las piezas que he hecho combinando llata tejida (hojas de palmito) y cerámica son las que más me gustan, ya que me fascinan las combinaciones de materiales distintos y creo que mi trabajo de cara al futuro va a tener más ejemplos de este tipo.
¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Alguna música en especial mientras trabajas?
Las ideas me vienen a cualquier hora del día, aunque por la noche antes de dormir me vienen más. Tengo unas cuantas libretas en diferentes zonas de la casa y hago allí dibujos de lo que se me ocurre, pero si me pilla sin libreta tengo un bloc de notas en el mobil y allí también dibujo y describo la idea que tenga en ese momento.
Ahora mismo me siento muy inspirada por la naturaleza, antes estaba más desconectada y por desgracia vivía más de espaldas a ella, pero estos últimos años me he mudado a una zona fuera de la ciudad y he reconectado en muchos aspectos.
Mientras trabajo puedo ponerme música de casi cualquier tipo, pero acostumbra a ser animada, no me va ponerme musica demasiado calmada porque me aburre en esos momentos y lo que quiero es estar activa. Pero también tengo que confesar que soy bastante adicta a los podcast y gran parte del tiempo que trabajo escucho programas, ya sean culturales, feministas o de puro entretenimiento.
Color, libro, peli y disco favoritos. ¡Por este orden! ;D
Azul.
El principito.
Lucía y el sexo.
Neon Bible de Arcade Fire
¿Es tu casa reflejo de quién eres? Cuéntanos a qué huele, tu rincón favorito, tu objeto decorativo o mueble fetiche, si atesoras alguna colección... Y si tienes mascota, ¡preséntanosla!
Cuando entras a mi casa, de entrada te envuelve un olor suave y agradable a heno, y no porque tenga heno para decorar, sino porque en el salón vive Josh, un conejo belier (de orejas caídas) que adora comer brotes de heno y hierbas aromáticas. Es un comilón bastante gandul pero a la vez adorable que hace ya más de 5 años que está conmigo. Se desvive por un buen trozo de manzana y viene a que le acaricien la cabeza cuando requiere mimitos. Lo tengo desde al poco de empezar con la cerámica, y es protagonista de algún que otro vídeo en mi cuenta de instagram.
Por otro lado, soy muy fan del buen diseño, en especial del diseño nórdico. Me agradan los muebles y objetos de colores naturales y mates. Al haber sido vendedora de mobiliario, no podían faltar varios muebles de la firma HAY (una de mis marcas de muebles preferidas), Muuto, Menu... y algunas firmas españolas también como Dvelas o Vondom. No me gusta recargar, pero sí tener algunas piezas que me recuerden a viajes o experiencias. Tengo una colección de cámaras vintage desde hace tiempo y recientemente he empezado otra de piezas de cerámica que compro estando de viaje y de artistas a los que admiro.
Si pudieras comprarte cualquier cosa ahora mismo y llevártela a casa, ¿cuál sería? ¡Cualquier cosa!
Un horno de cerámica nuevo. No sería para la casa, obvio, más bien para el taller, jeje. El mío de momento lo quiero mucho y funciona de maravilla, pero tiene más de veinte años y el rendimiento de los hornos cerámicos ha mejorado bastante en estas últimas décadas.
Un planazo en casa siempre incluye...
Una buena taza de té caliente junto a la chimenea (o smoothie frío en verano), una lectura interesante o una buena película o serie en el proyector.
¿Tienes algún plato estrella?
Pollo vegano al curry.
¿Cuál es tu lugar favorito en tu ciudad? ¿Y en el extranjero?
Como estoy redescubriendo la naturaleza, últimamente disfruto mucho de pasear por zonas rurales de Mallorca. Entre los pueblos de Lloseta, Binissalem y Biniamar hay varios caminos que se han convertido en mis lugares predilectos para ir a reconectar conmigo misma y también de paso "recolectar" tierra para crear mis últimos trabajos en cerámica. En uno de los paseos, en Biniamar, hay una iglesia que quedó a medio construir y que está a cielo abierto, creo que es muy curiosa de ver.
Difícil respuesta, pues me vienen muchos a la cabeza, pero probablemente mi lugar favorito en el extranjero sea en alguno de los sublimes paisajes islandeses. Y si tuviera que elegir algún lugar más concreto en una ciudad, me teletransportaría a cualquier cafetería acogedora con genuino estilo nórdico de ciudades como Copenhague, Berlín o Amsterdam.
