El genio en una botella
“Message in a Bottle” es una canción (un temazo) que la banda británica The Police compuso en 1979. La canción narra la historia de un náufrago en una isla que envía un mensaje en una botella con la esperanza de que sus plegarias lleguen a alguien. Alguien que nunca llega y al final, las plegarias se marchitan por falta de uso… Hasta que un buen día cientos de botellas con sendas plegarias llegan a su orilla. "¡Vaya! -debió de pensar el náufrago- ¿Y ahora qué hago yo con tantas botellas?"
Ay, si el náufrago nos hubiera preguntado, le hubiéramos dicho que en la web hay un montón de ideas para aprovechar las viejas botellas y otros muchos tipos de recipientes. Que no hace falta ser un manitas ni contar con un montón de herramientas para ello, y que hasta en una isla desierta podría decorar con viejas botellas su sencilla cabaña…
En la web hay un montón de ideas para aprovechar las viejas botellas y no hace falta ser un manitas ni contar con un montón de herramientas para ello
¿Cómo? Fíjate en estas preciosas lámparas de techo, en esta chulísima lámpara en forma de estrella o en estos candelabros artesanos.
Mira también cómo puedes utilizar las botellas como jarrones para flores ya sea en tu pequeño salón o en jardines y terrazas.
Y si las cortas (este vídeo te explica cómo), puedes convertirlas en utensilios para tu día a día, ya sean vasos, cucharones, chupitos o colgadores. Todo muy útil, bonito, barato y ecológico.
Después de una noche intensa con tus amigos o de una fiesta en casa, de esas en las que te quedas con un montón de botellas vacías, podrás superar la resaca transformándolas en jaboneras (no digas que no es una forma original…).
Y ya puestos a crear, si te pilla el ramalazo artístico, también puedes adornar tu entorno con envases de cristal. Y siguiendo con la idea de que en casa no se tira nada, guárdate las chapas y los tapones, seguro que se te ocurre algo que hacer con ellos.
Al fin y al cabo, crear e inventar cosas nuevas y extraordinarias es a lo que se dedican los genios, ¿verdad, querido náufrago?