Imaginación, técnica y mucho color: Entrevista a Laufer
Aunque su técnica haya ido evolucionando con el tiempo, la ilusión de Laufer a la hora de enfrentarse a un proyecto nuevo sigue siendo la misma. Ha pasado de hacer dibujos para sus amistades en el colegio a ilustrar para grandes editoriales con la misma mentalidad: proyectar en el papel –o en la pantalla– lo que quiere ver su público. ¿Qué aprenderán con las historias que se cuentan en cada ilustración? ¿Qué sensaciones les provocará la gama de colores? En esta entrevista, Laufer nos cuenta de dónde saca la inspiración para transformar conceptos en ilustraciones a todo color.
Háblanos de ti y de tu trabajo. ¿Dónde nació tu vocación?
Mi vocación nace de bien pequeña, me encantaba que mi padre me leyese cuentos antes de dormir, yo me recreaba viendo todos los dibujos. También me encantaba dibujar, era una vía de escape fantástica a mi introversión. Me costaba mucho entablar conversaciones pero recuerdo que cuando dibujaba me sentía segura.
¿Algún primer recuerdo?
Tengo un recuerdo muy bonito, tendría unos 6 años y no se me daba nada bien hacer nuevos amigos; un compañero de clase vio que estaba dibujando un molino de viento caracterizado con una cara sonriente y le gustó mucho, así que se lo regalé. Los demás lo vieron y como a muchos les encantó ese personaje tuve numerosos encargos de otros compañeros, digamos que fueron mis primeros encargos.
¿Qué es lo que más te satisface de tu trabajo?
Lo que más me gusta es poder vivir de la creatividad. Me siento muy afortunada, me encanta crear personajes y escenarios, dar vida a historias imaginarias. Pero también me gusta mucho transformar ideas o conceptos más convencionales, que puedan ser más serios, en narraciones visuales divertidas, dejar mi toque divertido con mucho color.
¿Algún trabajo del que te sientas especialmente orgullosa?
Me siento orgullosa sobre todo de los últimos proyectos que estoy cocinando este 2020, no puedo desvelarlos hasta que salgan publicados, solo puedo decir que serán proyectos guisados a fuego lento durante el confinamiento con mucho cariño.
¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?
Mi proceso creativo es por fases, soy bastante cuadriculada en cuanto a estas fases. Cuando recibo un proyecto o un encargo, primero leo con mucha atención la historia o el concepto que se quiere representar y voy componiendo las escenas en mi cabeza. Después hago unos bocetos muy rápidos con las composiciones en chiquitito, luego los amplío y voy perfilando y limpiando las líneas de cada escena hasta que sean lo más claras posibles. Después busco una paleta de color y la aplico. Normalmente trabajo con paletas reducidas, de 2 a 7 colores, porque me gusta cómo funciona visualmente, es más gráfico y más directo.
De pequeña me encantaba dibujar, era una vía de escape fantástica a mi introversión, cuando dibujaba me sentía segura.
¿Alguna música en especial mientras trabajas?
Trabajo con música variada, en eso soy muy versátil, me gusta todo tipo de música. De la misma forma que uno no tiene siempre el mismo estado de ánimo, la música que suena cuando trabajo puede ser distinta según el momento. Si estoy melancólica puedo escuchar Radiohead, Oasis, The Verve o Amaia; si estoy motivada escucho mucho a las Cariño, Nathy Peluso, Axolotes Mexicanos o Michael Kiwanuka; y si me siento con un ritmo más caribeño porque hace un día estupendo, puedo escuchar desde Don Patricio a Bad Gyal, para que el ritmo no pare.
Color, libro, peli y disco favoritos. ¡Por este orden!
Un color, AZUL, SIEMPRE.
Un libro, tengo varios favoritos. Muchos ilustrados, digo dos que me vienen así rápido a la cabeza: Safari Honeymoon, de Jesse Jacobs (editado en España por DeHavilland Ediciones) y Los de arriba y los de abajo, de Paloma Valdivia (editado por Kalandraka).
Una peli, Lost in Traslation.
Un disco, Kiwanuka, de Michael Kiwanuka.
¿Es tu casa reflejo de quién eres? Cuéntanos a qué huele, tu rincón favorito, tu objeto decorativo o mueble fetiche, si atesoras alguna colección… Y si tienes mascota, ¡preséntanosla!
Yo creo que mi casa me refleja bastante, tengo muebles de líneas simples con colores neutros y alguna pared pintada, cómo no, de tonos azules. Me encantan los perros, pero por el momento no tengo mascota. Sólo me hacen compañía mis plantas, tengo un montón de diferentes clases, el salón es como una selva.
Si pudieras comprarte cualquier cosa ahora mismo y llevártela a casa, ¿cuál sería? ¡Cualquier cosa!
Ahora mismo, en pleno confinamiento, tengo muy claro que me compraría. Probablemente no hubiese dicho lo mismo en otra situación, pero echo en falta un buen y bonito sillón de trabajo, cómodo para trabajar largas jornadas. Vivo con mi pareja y estos días nos tenemos que turnar el único sillón apto para estos usos.
Un planazo en casa siempre incluye…
Chocolate o vino blanco.
¿Tienes algún plato estrella?
Las croquetas.
¿Cuál es tu lugar favorito en tu ciudad? ¿Y en el extranjero?
En Barcelona, la plaza real. En el extranjero, cualquier playa desierta con aguas cristalinas.
Algo que nos quieras contar y que no te hayamos preguntado. ¡Habla ahora o calla para siempre!
Me pierden los donuts.
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