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Lámparas de papel (a.k.a. bolas chinas)

Uno de los grandes inventos chinos, además de la pólvora, son las lámparas de papel (y no lo decimos con segundas). A ver, a todos nos gusta la Arco Lamp de Castiglione, las Joe Colombo, las preciosas led de Ingo Maurer… Pero el horno no está para bollos, y muy pocos son los que pueden gastarse varias centenas de euros en una lámpara. ¿Sabías que la bombilla de la Spider de Joe Colombo cuesta 52€?

Arco Lamp de Castiglione

Joe Colombo Spider Lamp

Ingo Maurer Birdie lamp

En China, desde hace siglos, adornan sus fiestas con pequeñas bolsas de papel en las que introducen una fuente de luz. Entonces una vela, hoy día una bombilla. De tamaños y formas muy diversas, y con métodos de construcción que van desde una simple bolsa de papel o una pantalla de seda a sofisticados armazones plegables de bambú, tenemos mucho donde elegir: lámparas de suelo, de mesa, de techo, flotantes… Y la mayoría por unos 20€ ó 30€, menos quizás.

lámparas de papel

lámparas de papel chinas

De China se extendieron a todos los templos, tabernas y festivales de Asia, y de allí a aquí, a todos los barrios chinos de Occidente, donde cuelgan como farolillos en el exterior de los establecimientos a modo de reclamo, casi siempre de color rojo, color asociado a la buena suerte.

lámparas de papel japonesas

lámparas de papel koreanas

Piensa en las tabernas japonesas, en los burdeles del barrio Rojo de Ámsterdam, en el maravilloso Lantern Festival de Taiwan, donde se lanzan al cielo miles de farolillos en una ceremonia nocturna espectacular, o en muchas celebraciones hispanas en Navidad.

Latern Festival Taiwan

Estas lámparas están elaboradas con harina de arroz, por tanto no son inflamables, son muy económicas y muy fáciles de instalar. Además también pueden customizarse con trozos de papel, algún que otro toque de pintura o con gomets. Conocidas también como “bolas chinas”, han llenado trillones de pisos de estudiantes, pasillos y pasillos en Ikea o Leroy Merlin, y pisos destinados a la explotación turística, todos ellos ávidos de decoración “a golpe de efecto” por cuatro chavos…

lámparas de techo de papel

Qué felicidad poder contar con estas “bolas chinas”, ¿verdad? (Y repetimos, no lo decimos con segundas…).