Decoración exkitschita
Kitsch es todo aquello que “presume” de una estética pretenciosa, pasada de moda y considerada de mal gusto. Y no lo decimos nosotros, lo dice la mismísima RAE. En las entrañas de la red hay un blog (Kitschy Living) que se dedica a recopilar, con mucho acierto, las imágenes más esperpénticas, cutres y desfasadas (que no viejunas, porque lo viejuno, en el fondo, lleva buena fe… lo kitsch, no) de la decoración mundial. Y para muestra, una selección:
¿Cuál es el objetivo de este dormitorio? ¿Quién no ha soñado alguna vez dormir en la boca de Pac-man? O dentro de un aperitivo de queso… De cualquier forma, los amantes del brilli-brilli fetichista están de enhorabuena. Pero no sabemos si llevaría el sello de aprobación de Christian Grey.
Siempre a punto. Siempre guapi. El colmo de la coquetería podría ser, visto lo visto, sustituir tu lámpara de pie del salón por un secador profesional de peluquería. ¿O tendrá también luz? ¿O será únicamente una lámpara? Bienvenidos al misterio de lo kitsch…
¡Un briconsejo de lo más escalofriante! Rescata las muñecas con las que tu abuela jugaba hace 80 años y dales una nueva vida. Un pequeño corte en la cabeza y tenemos unas fantásticas macetas… que a su vez precisan de otras macetas que las sujeten. Horror.
Una clase express de home staging. Sí, siempre decimos que un bol con frutas puede realzar de manera sencilla la foto de tu cocina o comedor sin tener que recurrir a grandes alardes decorativos. Pero te vienes arriba, te lías a combinar colores, y pasa esto. ¿Solución? Empieza de cero. Por favor.
Y entonces, puestos a combinar, piensas que sería muy top igualar las paredes, las cortinas, los cojines, las colchas y demás ropa de cama con el mismo estampado discreto. Todo está fríamente calculado. El contrapunto lo debe dar el sillón y el otro cojín, que también dan urticaria sólo de verlos. ¡ARGH! Nunca había sido tan placentero mirar al suelo de una estancia.