Me los imagino paseando la mano por un juego de planos de hace 35 años, poniendo atención a todo aquello que no deberán tocar. Hablarán un rato de esta forma de silencio que requiere ser arquitecto en algunos casos (más arqui-tacto que arqui-tecto), de pasar de puntillas por los lugares, ordenando y corrigiendo más que modificando y añadiendo. Después se pondrán con oficio. Con dedicación casi calvinista, atractiva e inquietante a la vez. Recordando y queriendo el que es y el que fuera, que a veces es un lugar y a veces un señor.

Nota: Vivienda diseñada y construida originalmente en el año 1973 por el arquitecto Jordi Adroer Iglesias y reformada en 2014 por el equipo de arquitectos Marta Adroer y Sergi Serra, que han realizado una reforma respetuosa que pone en valor el espacio, los materiales y las soluciones constructivas originales. Cabe hacer una especial mención al pilar apantallado revestido con piezas cerámicas originales del ceramista catalán Jordi Aguadé Clos.