Encontrarás coherencia en el diseño de esta casa, define muy bien el ambiente específico donde se encuentra. Esto es, uno de los puntos de interés turístico y monumental más importantes de Madrid, que contrasta sin embargo con la calle tranquila, sencilla, del más puro estilo del Madrid de los Austrias. 

Así es ella también. Con una luz constante y natural que invita a relajarse, un aire elegante, sobrio, sin excesos, con oquedades en la pared que sirven de mueble natural, con balcones hasta el techo y vigas de madera recuperadas que te recuerdan que estás en un edificio de finales del siglo XIX. Y si quieres algo espectacular, subes unos pasos esta modesta calle, porque verás el Palacio Real y La Catedral de la Almudena. Así es, un poco de chispa por dentro y por fuera.