Un piso de diseño ecléctico con patio
- 103 m22 habitaciones1 baño
- Barcelona
Todo sobre Matilda
Llamarse Matilda –poderosa en el combate– y haber vivido los primeros años en una vivienda atípica y arriesgada, debe prepararte particularmente bien para la vida. Me dicen que la casa es normal (una planta en “L” ¡por Diós!), pero todos sabemos que no lo es, como sabemos que Palma no es Barcelona aunque a menudo les separa una cocina o les une un interés común, quizás de reinvención, quizás de corredores de fondo.
Con el de Palma viajé al sur de Francia (Ronchamp) dónde también fui, dos años antes, con la madre de Matilda (París), de quien no sabía nada entonces ni nunca volví a saber hasta ahora, a pesar de que recuerdo que era seria y tenía las piernas bonitas.
A parte de esto, la casa peninsular del de Palma está en el dormitorio del padre de Matilda, con quien también se formó, tiempo después de decapar puertas y despintar paredes…
Buff, ¡vaya globo!