El arte en suspensión: Entrevista a Diego Pujal
La obra de Diego Pujal no se entiende al completo sin poseer una mente abierta a los contrastes, y no necesariamente pictóricos. Desde su casa en Montnegre, abrazado por sus bosques, el artista argentino cataliza en sus grandes lienzos todo aquello que le inspira. En su taller puede sonar punk, pero sus pinturas plasman sus ondas en formas que flotan, inertes, trazadas con precisión quirúrgica y de naturaleza etérea. Conoce más a Diego (@diego_pujal en Instagram) y su obra en esta entrevista.
Háblanos de ti y de tu trabajo. ¿Dónde nació tu vocación? ¿Algún primer recuerdo?
Vivo en Cataluña desde hace unos veinte años, pero nací en Buenos Aires. En la adolescencia comencé a frecuentar mucho la Biblioteca del Congreso que estaba cerca de casa. En especial me interesaba una sala que tenía mucho material de arte contemporáneo, y pasarme tardes estudiando esos libros me llevó a visitar exposiciones. Pero el primer recuerdo que tengo relacionado a la pintura es el de unos fascículos que iban del impresionismo al cubismo que tenía mi hermano Gonzalo. Me vienen a la mente dos imágenes: un retrato de Van Gogh de Armand Roulin y un estudio de Picasso para una de las mujeres de Les Demoiselles d'Avignon. Así que podría decir que fue el disfrutar ver pintura lo que me llevó a intentar hacerlo.
¿Qué es lo que más te satisface de tu trabajo? ¿Alguno del que te sientas especialmente orgulloso?
Momentos que suceden durante el proceso de cada obra. Es difícil de explicar... sensaciones que surgen mientras avanza la pintura, algunas podrían encontrase en el resultado final, otras no. Sobre la segunda pregunta, intento siempre que sea el último trabajo.
¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Alguna música en especial mientras trabajas?
Normalmente llego al taller bastante temprano, aprovecho las primeras horas para revisar archivos en el ordenador y poner en marcha la impresora 3D. Recientemente empecé a experimentar con esta herramienta. Soy de dar vueltas antes de empezar a pintar, revisando lo realizado el día anterior, eligiendo con qué tela o dibujo continuar. Tengo épocas de poner mucha música en el taller, y otras en la que prefiero el silencio, últimamente escucho a los irlandeses Fontaines D.C. y hace poco descubrí a los Black Midi, me gustaron mucho. Pero puedo cambiar bastante de registro y pasar a Carlos Gardel, Caetano Veloso o Chavela Vargas, por ejemplo.
Color, libro, peli y disco favoritos. ¡Por este orden! ;D
Todos los colores.
Un libro... Otras inquisiciones de Jorge Luis Borges.
Y la película que mas profundamente me emocionó que recuerde ahora es El fantasma de la libertad de Buñuel, sobre todo la última parte con el avestruz, es impresionante como toda la película confluye en esa escena. También hay una película de mi amigo Alberto Gracia, O Quinto Evanxeo de Gaspar Hauser, un peliculón.
Disco voy a elegir hoy Schlagenheim, de Black Midi, pero agregaré el Bass Desires de Marc Johnson.
¿Es tu casa reflejo de quién eres? Cuéntanos a qué huele, tu rincón favorito, tu objeto decorativo o mueble fetiche, si atesoras alguna colección... Y si tienes mascota, ¡preséntanosla!
Vivo con mi pareja Verónica Coulter, que también es pintora, y con nuestro hijo en una casa pequeña de un pueblo del Montnegre. La casa tiene un ventanal grande desde donde se pueden ver los árboles y los días cálidos o los días de lluvia, sentir el olor que llega del bosque. Lo cierto es que no soy muy apegado a los muebles ni a los objetos. Hace dos años adoptamos a un perro, Jacko, lo recogimos de un refugio cerca de Bigas.
Si pudieras comprarte cualquier cosa ahora mismo y llevártela a casa, ¿cuál sería? ¡Cualquier cosa!
Un hogar de leña, supongo. Verónica siempre me lo esta diciendo, ahora tenemos radiadores y no le convencen mucho…
Un planazo en casa siempre incluye...
Una buena comida con la familia y amigos.
¿Tienes algún plato estrella?
Parece ser que las empanadas argentinas de carne.
¿Cuál es tu lugar favorito en tu ciudad? ¿Y en el extranjero?
En mi pueblo, el bosque, sin duda. Y en el extranjero, Cuzco tal vez.
