Arte y vida sin aditivos: Entrevista a Eva González
La sensibilidad de Eva González le orienta, de forma natural y directa, hacia todo lo bueno de esta vida, como un buen viaje, un buen plato o una buena conversación. Y después de 20 años dedicada al mundo empresarial, encontró el camino a la plenitud: los retratos y el arte pictórico que con tanta dedicación ha ido cultivando, siguiendo los pasos de su madre, la acuarelista Amparo Morán. Su objetivo, como el de todo buen artista: no dejar indiferente a nadie frente a su obra. ¿Dónde encuentra la inspiración? Descubre su obra y conoce más sobre Eva (@evayvosotros en Instagram) en esta entrevista.
Háblanos de ti y de tu trabajo. ¿Dónde nació tu vocación? ¿Algún primer recuerdo?
La creatividad me ha acompañado desde niña y siempre me gustó explorar más allá. Cuando tenía 9 años nació mi primer sobrino y estaba tan feliz que le hice un retrato a lápiz. Creo que ese fue el primero realista. Mi madre pintaba a acuarela en un estudio y muchos días de invierno pintaba en casa. Lo cierto es que siempre he sentido el arte como una parte de mí, muy muy íntima, totalmente ligada a mi esencia.
¿Qué es lo que más te satisface de tu trabajo? ¿Alguno del que te sientas especialmente orgullosa?
Me encanta que el fruto de mi trabajo sea una parte de mí, de mis pensamientos y mis emociones. He trabajado durante más de 20 años en el mundo empresarial y no tiene nada que ver. Me encantaba mi trabajo pero esta es la versión más auténtica de mí misma.
Como retratista, debes recibir muchos encargos. ¿Te gusta este tipo de trabajos?
Me encantan las historias que encierran los encargos porque siempre hay mucho amor detrás. Regalar un retrato es una forma preciosa de decirle a esa persona lo importante que es para ti, el valor que tiene como individuo y la belleza que respira. La complicidad a lo largo del proceso es mágica y siempre se desatan emociones en el momento de la entrega. Es maravilloso poder formar parte de algo así.
¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Alguna música en especial mientras trabajas?
Me encanta trabajar con jazz tranquilo porque la acuarela necesita calma. Y, desde siempre, lo que me mueven son las emociones, la historia que hay detrás de una imagen. Me apasiona la humanidad, los sentimientos que todos tenemos y compartimos, empatizar con otras almas a través de la pintura. Por eso siempre busco que lo que vaya a pintar me remueva por dentro y es lo que espero que le pase a quien vea mi obra. Creo que lo peor que le puede ocurrir a un artista es que deje indiferente.
Color, libro, peli y disco favoritos. ¡Por este orden! ;D
Naranja.
Los confines, de Andrés Trapiello.
El cielo protector.
Paul Weller, de Paul Weller.
¿Es tu casa reflejo de quién eres? Cuéntanos a qué huele, tu rincón favorito, tu objeto decorativo o mueble fetiche, si atesoras alguna colección... Y si tienes mascota, ¡preséntanosla!
Pues mi casa es bastante funcional. De hecho ¡trabajo en ella! Tiene espacios muy abiertos y los cerrados tienen grandes puertas correderas. Para mí la luz ha sido siempre una prioridad, sol de tarde para sumar horas a los días, materiales naturales, madera a raudales. No soy de adornos. Solo fotos, plantas y algunos recuerdos de viajes. En casa hay piano (la música siempre ha sido vital en mi vida) y dos border collies, Tara de dos años y Greta de cuatro meses, aunque hasta que no crezca no sabremos seguro su raza porque no tiene rabo y nos tiene intrigados. Soy una enamorada de la familia, así que mi rincón preferido es donde podemos estar juntos y compartir pelis o series, y una terraza enana donde charlamos mi marido y yo al caer la tarde.
Si pudieras comprarte cualquier cosa ahora mismo y llevártela a casa, ¿cuál sería? ¡Cualquier cosa!
Un armario mágico donde cupieran todos los cuadros que tengo apilados en el salón.
Un planazo en casa siempre incluye...
Cualquier juego de mesa en familia, ¡o peli con pizza!
¿Tienes algún plato estrella?
La lasaña con todo casero me sale de muerte. Comida sana sí o sí.
¿Cuál es tu lugar favorito en tu ciudad? ¿Y en el extranjero?
Aunque soy de Zaragoza llevo en Madrid más de media vida. Me encanta la sala de exposiciones del depósito del Canal Isabel II y podría visitar a diario el Museo Sorolla sin cansarme. En Zaragoza me encanta perderme por el casco antiguo y recorrer lugares que para mí tienen una enorme carga emocional. Siempre me ha gustado viajar, cuanto menos civilizado mejor. En el 99 estuve en Vietnam, cuando todavía no había llegado el turismo, y recuerdo recorrer el río del Perfume en Hué, en una barca con un lugareño que nos hizo una comida que me supo a cinco estrellas Michelin, donde fuimos recorriendo los templos y mausoleos de las orillas, con unas bicis que nos dejaron en el hotel. Lugares increíbles en mitad de la vegetación, totalmente solos en medio de esa magia. No creo que se pueda volver a vivir una experiencia así a día de hoy.
Algo que nos quieras contar y que no te hayamos preguntado. ¡Habla ahora o calla para siempre!
Que me reinventé después de muchos años viviendo en el mundo empresarial. Soy austera, deportista, creyente, familiar y creo que, si el amor dirigiera nuestras vidas, el mundo giraría diferente.