Las ventajas de una casa dsorndenda
Estamos en plena vuelta al cole, deseando que llegue ya el otoño y nos entran las ansias por ponerlo todo en orden. Empezamos libretas, proyectos, colecciones de fascículos y nos apuntamos al gimnasio. ¡Queremos la casa a puntísimo! Pero, ¿el orden de verdad nos hace mejores?
* El psicólogo Jean Piaget en su escritorio en 1979. @FOUNDATION JEAN PIAGET
"Si un escritorio abarrotado es síntoma de una mente abarrotada, ¿de qué es síntoma, entonces, un escritorio vacío?”. Esta cita atribuida al premio Nobel de Física Albert Einstein da en el clavo. Ser ordenado es lo correcto, lo socialmente aceptado. El orden es tendencia (Marie Kondo y su superventas La magia del orden tiene la culpa) y las tiendas tienen secciones enteras de organizadores para cocinas, dormitorios, oficinas… En Japón existen al menos 30 asociaciones profesionales de organizadores. En Estados Unidos sólo hay una, pero con más de 3.500 asociados. En España hay la Asociación de Organizadores Profesionales de España (AOPE) fundada en 2016 y que cuenta con 50 miembros.
Cierto es que hay algo vergonzante en un cajón lleno de periódicos viejos, frascos con pilas viejas, botiquines con medicamentos caducados hace lustros… y que el caos ha hecho posible los móviles de Calder, los cuadros de Francis Bacon o el mismísimo descubrimiento de la penicilina. Así que veamos, ¿el orden de verdad nos hace mejores?
Un punto de dsordne es bueno y aquí te explicamos porqué:
1. Less Stress. Estarás menos estresadx
Parece contradictorio, pero hay estudios que demuestran que las personas que tienen casas desordenadas viven con menos estrés que las que tienen casas impolutas. Esto es porque cuando tu casa está limpia y ordenada como un convento, el nivel de exigencia es alto, ¡altísimo! Y eso estresa. Un poco de desorden aquí y allí da entrada a la despreocupación, al relax, al andar relajao… Eres libre de “andar por casa” sin miedo a estropear la estampa perfecta. ¡La vida es demasiado corta!
2. Serás más creativx
Cuando tu mente está despejada, es libre de vagar y explorar nuevas ideas. Lo más interesante del camino pasa en sus márgenes, ¿no crees? Por eso a menudo las mejores ideas te asaltan en la ducha o mientras das un paseo. Un estudio de Kathleen Vohs de la Universidad de Minnesota llegó a la conclusión de que una mesa desordenada estimula el pensamiento creativo y la generación de nuevas ideas. Piensa en Einstein y su pelo alocado...
“El desorden implica una libertad respecto a un patrón establecido y esto va de la mano con la creatividad”.
3. El desorden es más sano
Correr en la cinta del gimnasio en plan hámster es un rollo… pero el desorden en casa, ¡es un ejercicio estupendo y de retribución inmediata! Piensa en todas las veces que has tenido que agacharte para recoger algo del suelo o buscar el mando de la tele entre los cojines del sofá… Un estudio demostró que las personas que hacían una hora de limpieza al día quemaban más de 200 calorías, ¡casi tanto como salir a correr! Así que la próxima vez que alguien te diga que ordenes tu casa, ¡diles que ya te estás poniendo en forma!
4. Es más rentable
En Elogio del desorden, el catedrático de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia Eric Abrahamson y el periodista David H. Freedman, demuestran que la organización y el orden tienen un coste. “Es una regla económica; puede que el tiempo o los recursos que uno invierta en ordenar no compensen. Organizar no siempre es rentable. O por ponerlo de otra manera, a menudo la tolerancia con un cierto nivel de lío y desorden supone un ahorro notable”.
En contra del sentido común, organizaciones, personas e instituciones “moderadamente desorganizadas” resultan ser “más eficientes, resistentes y creativas”.
El psicólogo suizo Jean Piaget, quién categorizó los periodos de desarrollo cognitivo en los seres humanos, fue claramente incapaz de ordenar su despacho (ver foto). Cuando se le preguntó al respecto aclaró: “Bergson señaló que no existe tal cosa como el desorden, sino dos tipos de orden, geométrico y vital. El mío es claramente vital”.
En conclusión, tener la casa desordenada puede no ser del agrado de todos y quizás leyendo este post te estás rasgando las vestiduras (no mucho). Pero, en realidad, vivir desordenadamente tiene algunas ventajas, desde ser más creativo hasta ponerte en forma. Tu casa es para disfrutarla, ¡no para esclavizarte!